Sandra
Sandra es project manager en una fintech que comercializa software que incluye datos, estadística o aprendizaje automático. Antes estuvo más de diez años en una gran empresa de comercio electrónico, también en la parte financiera. Sandra sabe que tiene una gran capacidad para gestionar proyectos complejos. Le interesa entender cómo un proyecto se convierte en un éxito o un fracaso, especialmente por su buena o mala relación con el entorno. En los últimos años ha vivido el crecimiento de los usos de inteligencia artificial en toda la industria del software desde adentro. Ve como cada vez son más numerosos y más graves los conflictos entre las herramientas basadas en datos y las regulaciones, como por ejemplo los relacionados con las leyes de privacidad o no discriminación. A veces siente que cuando incorpora estos conflictos en la planificación de proyectos, personas con menos experiencia que ella cuestionan la prioridad de estos objetivos porque no tienen un retorno económico inmediato y medible.
Sandra se recibió de contadora pero nunca llegó a ejercer como tal, sino que desde que era estudiante trabaja en la industria del software, primero en roles de administración y más adelante como project manager. Ha tomado algunos cursos cortos para profundizar en algunos aspectos de su trabajo, como manejo de equipos o planeamiento de proyectos innovadores. También tiene formación como coach ontológica. Con más de 20 años de experiencia en el rol, Sandra puede relevar los requerimientos de un cliente y convertirlos en objetivos, planificar rápidamente un proyecto tipo, identificar riesgos de desvío y aplicar métodos estándares para corregirlos.
Viene al Taller de Ética e Impactos Sociales de la IA a incorporar las cuestiones éticas en la metodología de planificación y seguimiento de los proyectos, identificar cuestiones que requieren mayor indagación en el proceso de relevamiento de requerimientos, desde el punto de vista ético: cuestiones relativas a los datos (protección de datos personales, propiedad intelectual, consentimiento informado), y relativas a usos secundarios de la herramienta. También busca aprender a manejar equipos diversos, con vocabularios y metodologías diversos y valores distintos, posiblemente en conflicto con los valores de otras personas que integran el mismo equipo. Quiere poder comunicar a product owners, stakeholders, clientes, sus líderes técnicos y desarrolladores las necesidades éticas que se detecten en un proyecto, y disponer de un argumentario para facilitar la toma de decisiones con respecto a cuestiones éticas.